Mirar y descubrir el Universo...
"Y cada vez
cuando te miro
cada vez
es como descubrir
el universo
Te quiero tequiero
y eres el centro de mi corazon
te quiero te quiero
como la tierra al sol"
https://youtu.be/9wYLScLsmww?feature=shared
En apenas “vitantas” horas, estaré celebrando el cumpleaños de mi cuarto hijo… de los que andan por aquí, en esta bendita tierra, fue mi último parto. El tercer0 y elquint0 embarazo
no llegaron a concluir en eso, parto y nacimiento. Esas almas, (las de Luis y Flora) no necesitaron tanto tiempo y dedicación de este alma mía, aunque tuvieron el duelo materno... por ellos; por el bien del siguiente hermano y también por mí, como madre, que les aceptó para vivir y cumplir cada ser (alma) lo que hubiésemos acordado o necesitado.
Hoy, quería resaltar algo de todo lo que se suele vivir tras el parto…
Con el nacimiento de mi primogénita, mi dicha y gozo fueron inmensos. No solo porque había concluído el laborioso y laaaargo parto, que eso; ya es motivo para respirar feliz… estaba agotada pero; inundada de algo inexplicable y de agradecimiento al verla bien, tranquila, sosegada ¡no me cansaba de mirarla! Y me decía:
¡Cómo algo tan aparentemente delicado y tierno, es capaz de tremenda hazaña…! (gracias, mi niña, graaaciaaasss)) Verdaderamente, todo el/la que consigue esa proeza, es un auténtico/a héroe/heroína.
Pero no queda ahí la cosa, luego le quedaba adaptarse. Primero a su cuerpecito, y después al mundo con todas sus incomodidades para alguien que llega de otro más cómodo, tranquilo; silencioso… así como ir adaptándose a las manos inexpertas de mamá y papá (que no saben por dónde tomarla) que están felices pero muy perdidos… sobre todo mamá, que, a todo su esfuerzo y agotamiento anterior, tiene que sumar una responsabilidad inmensa que no se siente capaz de asumir, rendida por el cansancio, el miedo por no saber cumplir con su nuevo rol y la depresión tras todo lo que ha vivido y el caos que de pronto rodea su día a día, cual remolino y que, a veces, desearía que se la tragase…
Aprender a estar para esa nueva vida pequeñita y grandiosa es la experiencia más difícil (y deseada).
Pero la vida, se abre paso y se va consiguiendo todo pasito a pasito; tal vez no del modo imaginado, claro… ya sabemos, que las cosas no suceden siempre como suponíamos que tenían que suceder. Y, Pasito a pasito, ese ser, primero, que llega a tu vida como hija ( en mi caso), es tu maesta en el aprendizaje para comenzar a ser madre (o padre) la hija y el amor recíproco; muestran el camino (camino sin fin) de aprendizaje constante, y, aún cuando se va de casa y “parte” ya deja marcado ese camino maternal siempre, ya, visible.
Así mismo, cada uno de los siguientes hijos sigue ampliando tu campo de aprendizaje tanto el “oficio” de madre como en la trayectoria experiencial de vida.
Nunca he mirado atrás con el deseo de escapar del presente, todo lo contrario, por mal que me fueran las cosas nunca deseé volver atrás… a veces, cuando les he visto dolerse o envueltos en conflictos de la propia existencia, sí eché de menos el no poder tomarlos en mi regazo y consolarles, pero lo olvidaba pronto pues con lo grandes que son, no hubiera podido sino pedirles que se levantaran cuanto antes (jaja) todo tiene su momento y aquél ya pasó.
Pero creo bueno el recordar para atesorar lo que hoy ya somos y Ser.
Y uno de esos atesoramientos que insufló mi corazón de amor es el siguiente recuerdo. Es un auténtico y “Real” Presente:
Uno de mis churumbeles, un día, se acercó sigilosamente, a donde yo estaba, y, como quien tiene sed y pide gua a la fuente; “me rogó”:
“Mamá, ¿me quieres?”
y la fuente le dio agua diciendo:
Te quiero…
Te quiero siempre,
Cuando duermes, cuando lloras, cuando cantas, cuando te enfadas, cuando te cansas…; cuando te acurrucas bajo la manta y no hay manera de sacarte de la cama.
Cuando a regañadientes haces los deberes, cuando me gritas, cuando no me hablas, cuando estás conmigo, cuando estás en el colegio, cuando te acercas por un beso o por un caramelo, cuando tomas la merienda y cuando no comes porque no te da la gana…
Siempre es igual,
te quiero desde antes de conocerte
y cuando no te reconozca y te olvide; seguiré por siempre, vida mía,
Eternamente, silenciosa como un gato,
QUERIÉNDOTE.
(ESTE fue y Es el hondo cantar del alma de la fuente de Flora)
Em dones força (Me das fuerza - sub. castellano) / Sergio Dalma i L'Esco...
ResponderEliminarhttps://youtube.com/watch?v=9qpU3KEWQPQ&si=Zq9DcZGsGMT9mIiB
Bellos recuerdos y bella, complicada y entrañable experiencia la de ser madre (imagino) si es que puedo imaginarlo, que no.
ResponderEliminarSalvando las distancias o abismo, mi experiencia de padre ha sido lo más difícil y maravilloso de mi vida. Una de las poquitas cosas que le ha dado sentido.
Y lo sigue siendo.
Besos mil.
... jejeje, sí los hijos son maestros en todos los sentidos. Ya sea por amor compromiso o ambas cosas, dejamos que nos vayan templando... Y nos "habituamos" a los bretes en que nos ponen e intentamos, casi siempre, hacer lo mejor para ellos...
ResponderEliminarAún recuerdo el día en que mi peque se decidió a afeitarse la pelusa del bigote, por primera vez y me pidió que le ayudase jaja
Qué buen rato pasamos jaja, a los dos, nos daba respeto la cuchilla... Pero bueno, salió bien jajaja
Me alegra saber de ti.
Muchos besos.