Hay caminos que transitar, heridas que curar y caídas que nos enseñan a levantarnos "solos"... ¡arriiibaaa!
¿Qué acento revela la mirada cuando sientes cansancio de...?
No, no digo de vida. La vida no cansa nunca, aunque a veces, la confusión nos haga sentir que sí. Hoy por hoy, lo que me cansa es el engaño... pero no hablo del engaño ajeno, no. Estaba pensando en el engaño propio. No quiero culparme y mucho menos condenarme por ello; porque ciertamente, "esos "íntimos engaños" me ayudaron a sobrevivir con la ilusión necesaria... por eso, no reniego del ratoncito perez, ni de los reyes magos, ni de “mi príncipe azul”, ni de mi hada madrina. Verdaderamente, todos fueron parte de la ilusión y fantasía que en ciertos tiempos necesité. Me refugiaba en todos cerrando los ojos para mentirme. Porque como digo no son los otros los que engañan... simplemente, tú, prefieres mirarles con otros ojos y ver un personaje fantástico en cada persona que comparte tu vida.
Siempre decimos, que hay que querer a los demás como son, o no quererlos. Aunque del dicho al hecho, muchas veces, preferimos imaginar que son lo que no son para "querer quererlos". Y el día en que comienzas a trabajar sobre eso, te encuentras con un camino largo y pedregoso... y con un mar donde mirarse, nuestro espejo. El espejo no miente, amigos, no miente:
Si estás calvo, verás que te faltan pelos,
si mellado, verás que estás falto de uno o más dientes,
y si estás triste, aunque sonrías, el espejo seguirá "gritando" que estás triste.
Cuesta mirarse, a veces, sí... sin reproches
Y alfin te reprochas:
¡porqué he necesitado tanto velo para andar por aquí....!
¡Porqué he silenciado, lo mejor de mí, durante tanto tiempo!
Al fin viste y comprendes...
Ella estuvo, tristemente; escondida en un lejano rincón, intentando reconocerse , intentando quererse más... intentando recordar quien es.
... ... ... ... ... ... ... ... .... ..... ..... ... .. .
y me hiere la espina de la rosa...
Dicho de otro modo:
Me besa, dulcemente, tu recuerdo
y me hiere tu ausencia sin remedio.
https://youtu.be/e3lsCdcFZq4?feature=shared
Bella canción al lugar. En este caso, El Mar, el océano Atlántico https://youtu.be/YqPjNGKA1EI?si=WlR2RQ-3KeC2g6Ka
ResponderEliminarBello escrito, bellas palabras que se acercan a mi filosofía tseyoriana, que hemos de reconocernos como "seres espirituales" que somos, amarnos para poder amar a los demás, y mirarnos en nuestros espejos que son los seres que tenemos a nuestro alrededor, ya sean familia, amigos, compañeros de trabajo etc. Ya que no vemos nuestros defectos, los vemos en los demás, como el dicho: Ve la mota en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo.....
ResponderEliminarBuenas noches querida AA.
ResponderEliminarCuando nació mi Tristeza (Khalil Gibrán)
Cuando nació mi Tristeza la crié con cariño y la cuidé con amorosa ternura.
Y mi Tristeza creció como todas las cosas vivientes: fuerte y bella y llena de delicias sorprendentes.
Y nos amábamos el uno al otro, mi Tristeza y yo, y amábamos al mundo que nos rodeaba, porque la Tristeza tenía un corazón bondadoso, y el mío era bondadoso con la Tristeza.
Y cuando conversábamos, mi Tristeza y yo, nuestros días eran alados y nuestras noches estaban enmarcadas de ensueños, porque la Tristeza tenía una lengua elocuente, y la mía era elocuente con la Tristeza.
Y cuando cantábamos juntos, mi Tristeza y yo, nuestros vecinos se sentaban en las ventanas para escuchar, porque nuestras canciones eran tan profundas como el mar, y nuestras melodías estaban llenas de extrañas rememoranzas.
Y cuando caminábamos juntos, mi Tristeza y yo, la gente nos miraba con ojos tiernos, y murmuraba palabras de inexpresable dulzura. Y había quienes nos miraban con envidia, porque la tristeza era noble, y yo me sentía orgulloso de mi Tristeza.
Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y ya solo, me entregué al estudio y la meditación.
Y ahora, cuando hablo, mis palabras resuenan pesadas en mis oídos.
Y cuando canto, mis vecinos no vienen a escuchar mis canciones.
Y cuando camino por las calles, nadie me mira.
Sólo en sueños oigo voces que dicen con pena: "Mirad, ahí está el hombre cuya Tristeza ha muerto".
De la obra: “El loco”
Queridos amigos, muchas gracias por vuestros comentarios y compañía.
ResponderEliminarTened una semana perfecta.
Abrazo grande,
Flora.