EL PERDÓN Y LAS ADICCIONES
Ahora mismo, no sabría decir si uno y otro tienen mucha, poca o nula relación...
Ni qué daría más serenidad (PAZ) al alma y al cuerpo, conseguir perdonar y perdonarte
o poder eliminar todas las adicciones que la dañan y debilitan...
hoy, al pensar en adicciones, no estaba pensando en las que tal vez hayan aparecido en tu magín
... esas, siendo muy dañinas, son más fáciles de llegar a solucionar (si se quiere)
porque están admitidas, como tales y se conocen. Pero como siempre, el verdadero peligro;
está en las adicciones desconocidas. Están ante nosotros, somos muy adictos prćticamente todos y...
y sin embargo, NO SOMOS CONSCIENTES DE SERLO, NI DE SU EXISTENCIA.
Aunque estoy segura que si pensamos relajadamente, nuestro sentido común nos revelará alguna.
Os animo con este divertido entretenimiento jeje.
Y volviendo al perdón, llevo mucho, muuuucho tiempo "queriendo" (aaah mejor decir,
decir, necesitando. Necesitando perdonar algo... y me está costanto,... hay que tener paciencia con el ego, sobre todo con el propio jeje)
y llevo unos días que he avanzado algo y estoy animada y mi alma ni te cuento.. "ahora que abríste brecha hay que continuar" (me dice)...
He de decir, que hay angelitos echándome cables por todos lados... las sincronicidades saltan por todos lados,
me lo están poniendo cada vez "más fácil" sí, confieso que estoy siendo ayudada y no me dejan sola, son conscientes o conocedores del empeño y quieren que lo consiga (me siento amada, cuidada e infinitamente agradecida... "¡gracias!")
... en cuanto he puesto de mi parte, el querer suficiente (se ve que antes, siempre me quedaba corta) ellos, han acudido en mi ayuda...
y, sinceramente, siento que esta vez lo consigo ( no estoy sola ni abandonada a mi suerte)... y no digo que sea mañana ni pasado, pero puede que comience el nuevo año liberada de esta mochila, cargada de dolor adictivo que no quería soltar....
y si no, aún me quedarán los Reyes Magos
¡ojalá!
Siempre me ha gustado el tema del perdón y quizás por ello tengo mis propias recetas. Por ejemplo: la comprensión. Pero hay algunas de ellas que son más arriesgadas… incluso puede que no las haya escrito para “el público” porque cuando las he contado no han sido bien recibidas.
ResponderEliminarMe refiero a una que tengo ahora en la cabeza y que viene a contar que en el fondo no podemos perdonar a nadie que no sea nosotros mismos. La sentí cuando traté un caso muy desagradable. La única solución posible fue esa y creo que puede ser aplicable a cualquier otro.
Es como si a pesar de que creemos que culpamos a otra persona, en realidad nos estemos culpando a nosotros. Es difícil darse cuenta pero…
En fin, imagino que habrá muchas formas de verlo y sentirlo. Una por cada uno de nosotros.
Abraxo.
Al leer lo del dolor adictivo, creo que me cuesta entenderlo porque quizás nunca lo haya vivido en primera persona. Sí lo he visto bastantes veces pero no tengo esa “emocionalidad”… digamos que mis rasgos emocionales no son tan fuertes y la manera de vivir las cosas es distinta; me refiero a cómo se reciben los acontecimientos que nos ocurren.
ResponderEliminarEn el caso de una persona muy emocional puedo entender que hay asuntos que parece que desbordan para atraparte de lleno. En mi caso, hablo de comprensión porque en cierto modo los asuntos no “me convulsionan” tanto. Parece claro que mis recetas no pueden ser las tuyas y viceversa; algunas se rozarán un poco pero en el sentido que estamos hablando (emocional) hay ciertas diferencias que comienzan en la intensidad de cómo se siente el daño.
Lo que había dicho de perdonarnos a nosotros mismos en vez de “al otro” no guarda relación con lo religioso; me refiero a que es algo estrictamente psicológico que redunda indudablemente en lo espiritual, pero para mi gusto es demasiado profundo y me cuesta mucho explicarlo.
Quizás si algún día me viniera la inspiración suficiente podría intentar hacer un escrito de ello pero parece complicado. Pero respecto al llamado “perdón”, para mí el resultado es mágico y vale de solución a muchos problemas, jeje… Aunque visto lo visto, ya tengo dudas de si serviría para cualquier “estructura psíquica” (cuerpos mental, emocional, físico, etc…) Qué parecidos pero que distintos a la vez somos los humanos.
Abraxo.
Ser diferentes es la característica esencia del ser humano. Es el regalo por excelencia de nuestra divinidad. Somos almas diferenciadas, con identidad propia, de ahí la individualidad magistral q a tantos humanos protege y alerta para no caer en la verdad tentación, ya por miedo, ya por comodidad, de aceptar convertirnos otransformarnos en "robots" deshumanizado y desalmados... Seres sin alma, sin libertad.
ResponderEliminarAsí que bendita complejidad y diferencia.
Y me largo a pasear bajo la lluvia...ten un precioso día, corazón divino.