El niño de las ventanas...
(Jake Gyllenhaal y su dulce madre Naomi Foner)
Buenas; querido diario:)
Hoy, por la mañana; he salido con uno de mis hijos ( se ha tomado unos días de descanso)…
Hemos dado un largo paseo hasta el lugar donde tenía pensado invitarle a desayunar. Cuando llegamos lo encontramos cerrado; un cartel en la puerta rezaba: “Abrimos a las 11 h”…
¿A las once; de verdad…? :/
¡Pues vaya chasco! yo que elegí el sitio porque cuando lo descubrí ( un día que pasaba por allí) me pareció, elegante a la par que “moderno y cuqui”
Por cierto, eso de cuqui, qué querrá decir?
chic ?
a la última,
atractivo…?
Tengo que mirarlo, porque el otro día, mi hija me dijo eso; que tenía la casa muy cuqui ;)
Bien, acabo de buscar por Google y se refiere a algo, lindo, entrañable y si es referente a un animal, mono y que apetece abrazarle… me gusta la definición, sí. Realmente el sitio era chic; pero a pesar de que hacían gran propaganda a sus buenos desayunos, abrir tan tarde, la verdad, a una servidora no le cuadra nada…
Pero bueno continuo,
tras el sorprendente desencanto, nos fuimos a otro sitio, dando otro nuevo paseo. Este lugar también es cuqui y elegante y además, pudimos sentarnos enseguida, a pesar de que dada la hora, estaba casi lleno. Estuvimos muy a gusto y tuvimos una charla interesante.
Después del desayuno, otro paseo hasta una tienda de colonias y perfumes. Él; tenía que hacer un regalo y estuvimos “olisqueando” hasta que se decidió por uno. Yo, aproveché y me compré otro en oferta ( es que me encantan las colonias y perfumes, siempre he tenido muchos frasquitos… aunque luego uso dos, una fragancia fresca y otra más cálida, según la hora y la ocasión. Con la ropa me pasa igual, lo mío es sota caballo y rey, con la diferencia de que en esto gasto poco o nada, no soy referente de mujer en eso de la moda y los trapitos, y es que solo por no andar probándome, prefiero pasar de comprar ropa, solo lo justo y necesario jaja
Bien, después, salimos de la “tienda perfumante” y nos fuimos al banco; tenía que pagar unos recibos… allí estuvimos un ratito esperando. A la salida, de paso, cogí cita en la pelu y luego, dimos otro largo paseo hasta la pelu de mi hijo que también necesitaba cita para cortarse el pelo…. ¡Noo..,! yo no me voy a cortar, no, me gusta largo, muy largo; que el pelo da poder, fuerza e intuición ¡que sí, que no es broma, es que no te acuerdas de Sansón? Pues eso, ¡que yo no me corto el pelo, hombre yaa! y al que no le guste que no mire;)
Y después; de vuelta, otro largo paseo, compramos pan y…?
...y una interesante pregunta algo comprometedora de hijo a madre,
me contaba él que el otro día en el grupo de amigos (perdón, un inciso, cuando digo amigos, hablo a la antigua, estaban presentes ambos géneros femenino y masculino) pues en el grupo, me contaba, que había surgido un debate con la pregunta siguiente:
“¿Qué es lo que no os gustaría que se pudiera decir de vosotros?”
Hubo respuestas para todos los gustos, claro; pero la que dijo mi hijo, que más sentiría que dijeran si llegara a suceder eso, me pareció tan hermoso, tan humano, tan divino, mucho más que cuqui…
Este hijo mío, (el niño de las ventanas, que digo yo; porque a sus ojos se asoma un niño sabio y amoroso) contestó lo siguiente:
“No me gustaría que alguien pudiera decir que me necesitó y yo no estuve ahí”
(¡y cómo lo dijo…!)
¡Ay amor, vida en mi vida... gracias!
https://youtu.be/jIgZ9rmKny4?feature=shared
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