ZAPATERO A TUS ZAPATOS
https://youtu.be/iogQzfarmtI?feature=shared
Antes que nada... dejo este enlace musical. Dedicado a seres amados que ya partieron. Especialmente a mi hermano JA y a mi (nuestra) querida perrita Nozomi que ha partido recientemente.
Cuando alguien trasciende, dicen que se rompe el cordón de plata que les une al cuerpo... pero hay otro hilo muy sutil e indestructible, el del amor, que siempre nos mantiene y sostiene unidos y enamorados a nuestros amados compañeros de vida.
GRACIAS AMADOS DE MI ALMA: GRACIAS.
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hoy...
Hoy, no estaba pensando en la 0scuridad o en la maldad; pero, hete ahí que me llegaron dos mensajes o señales que comentaban algo, más o menos, de ese mismo asunto… por eso; fue que sentí la llamada a reflexionar sobre tal, sin juicio, en lo posible.
Es algo que existe y; si me propusiera disolverlo, ( pensaba) ¿me bastaría con obviarlo?
Pues no, rotundamente no.
En este mundo hoy por hoy, existe la dualidad para todo ( es una “cosa” solo. Aunque tenga dos sentidos)
La dualidad, podría decir, es como una moneda. Una moneda tiene dos caras, siendo una.
La dualidad, podría decir, también; es como una casa. Una casa, puede tener ventanas a dos lados. Hacia el norte y hacia el sur… y la casa, sigue siendo Una, aunque su orientación sea doble.
El hilo de mis pensares me llevó a preguntarme, si teniendo una casa de orientación doble, se me ocurriría tapiar las ventanas de un lado para intentar obviar una de sus partes… sería algo absurdo, (sí) pues aunque desde dentro de la casa no pudiera ver ese otro lado, seguiría existiendo. Igual que si en un ataque de ira, me empeñara en destruirlo y dejara la casa abierta a la intemperie por ese justo lado; seguiría ahí mismo ¿Cierto?
Entonces, pensaba, ¿la maldad y la bondad, son una sola con distinto sentido?
La verdad, es que me cuesta responder (y no lo haré) “tristemente” a pesar de mi interés en un sentido diferente, mi ignorancia ocupa bastante en mi personal conocimiento (memorias)
Sí es cierto que; siempre nos han contado (y desde luego puedo decir y afirmar que lo he vivido) que el ser humano contiene bondad y maldad; así como puede decidir en un determinado momento de consciencia y conciencia “ a qué dedicar su tiempo libre”… y desde luego vista la historia personal y humana, a la vista está que destruir o matar lo que es diferente, por monstruoso, nos convierte en eso y no nos libera en absoluto. En el caso contrario, igualmente… y es que me vino a la mente, justamente, mi amado nazareno. Lo quisieron destruir, “lo asesinaron” para que no siguiera instruyendo en la verdad a sus hermanos menores, ni mostrando el camino de la libertad y… Y aquí estamos muchos, muchísimos, que por su gracia y amor, conocemos la chispa divina crística que nos habita y que puede convertirnos en gigantes. Humanos Reales, capaces de salir de ese estado dual, sin matar a otros, sin guerra, sin destrucción… ZAPATERO A TUS ZAPATOS.
“Donde está tu tesoro allí está tu corazón”
Lc 12, 34). El «corazón» se refiere a lo más íntimo que tenemos, lo más escondido y vital; el «tesoro» es lo que tiene más valor, lo que nos da seguridad para el hoy y para el futuro.
“Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras.”Mateo (6,19-23)
“Zapatero a tus zapatos es una de las expresiones que más se utilizan en lengua castellana para advertir a alguien que se está extralimitando de sus funciones o qué opina de algo para lo que no está facultado.
A través del Libro XXXV escrito por Plinio el Viejo (siglo I a.C.) podemos encontrarnos con el origen de este famoso dicho, el cual tiene tras de sí una curiosa anécdota que se sitúa en la Antigua Grecia del siglo IV a.C.
Apeles era uno de los más afamados y admirados pintores de su época y cada vez que terminaba un cuadro tenía por costumbre exponerlo ante los transeúntes para que estos le dieran sus opiniones respecto a la obra recién acabada.
En cierta ocasión entre el grupo de personas que admiraban y opinaban sobre su última pintura se encontraba un zapatero local, quién recriminó a Apeles un grave fallo en una de las sandalias que portaba el protagonista del cuadro.
El pintor escuchó atentamente y ese mismo día enmendó su error, mostrando el cuadro de nuevo al día siguiente. El zapatero, envalentonado y orgulloso del éxito que había obtenido al influir con su crítica en la rectificación del cuadro, decidió volver a opinar sobre el mismo, esta vez dando su punto de vista sobre la pierna del protagonista de la obra.
Fue en ese momento cuando Apeles hizo callar al zapatero diciéndole:
«El zapatero no debe juzgar más arriba de las sandalias» (Ne supra crepidam sutor judicaret)* también traducido cómo «El zapatero no debe ir más allá de las sandalias»
Y que ha llegado hasta nuestros días con el famoso «zapatero a tus zapatos»
(*)La expresión aparece en latín y no en griego (originario de Apeles) debido a que conocemos la anécdota a través de lo escrito por Plinio el Viejo”
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