Claro/oscuro

 

 

 

 

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Habiendo nacido en el sur de este país, donde el sol pega fuerte (sobre todo durante la estación del verano) no aborrezco en absoluto una buena sombra creada, naturalmente; por una arboleda u otra, creada, “artificialmente”; por una persona en casa, corriendo cortinas y bajando persianas después de ventilar y refrescar con agua los suelos. Y es que la luz del sol siendo tan necesaria, a veces, puede ser excesiva… así pues, el hombre sabio, (experimentado) tiene que practicar ese saber convenientemente y mitigar ( sin desprecio) ese exceso con más o menos sombrita, según venga el día…

En este mundo paradójico, tal vez, por la dualidad, la luz y la oscuridad, son parte el mismo mundo… El hombre en sí, también alberga esas semillas a las que se han calificado como buenas y malas, y, según cultives unas u otras serás reconocido en un sentido u otro. Así, de las personas más comprensivas o bondadosas, decimos que las guía la luz y, de las personas más egoístas o crueles, decimos que están “abducidas” por la oscuridad.

Pero en cualquier caso, pocas veces se da que una persona esté siempre actuando en el lado llamado mejor o en el lado llamado peor. Ya que toda persona a lo largo de su experiencia de vida, pasa por muchas circunstancias y según sean estas, estará más inclinado hacia una cosa u otra. Por lo que mejor sujetar cuanto podamos el juicio hacia lo que vemos sin echar antes una miradita para dentro reflexionando un poco; al menos, ya que todos pisamos charcos y podemos salpicar a otros.

Quería, no obstante, después de este reconocimiento de luz y sombra en el ser humano, resaltar que, una cosa es esto, la humanidad con sus inclinaciones, en la que sin duda puede haber (y hay) gente muy bondadosa (con muchas luces de alma y corazón) así como gente en la que la sombra predomina por lo que, su consciencia es menos activa y sus tendencias son más egoístas; importándoles poco los demás. Pero no son carentes de alma y corazón, pudiendo en cualquier momento, cambiar esa tendencia…

…, otra cosa muy distinta; según mi observación, son, los seres oscuros. Para mi un oscurito, no tiene nada de humano, incluso los nacidos como tales, han despreciado esa parte humana representada por el alma y el corazón de su Ser, Real. Su consciencia está al servicio de seres aún más oscuros, se podría decir que en algún momento decidieron libremente, vender su alma al diablo, y su trabajo consiste en servir a esos señores representantes de la involución qu desean la destrucción de la humanidad como seres trascendentes y quieren su conversión en esclavos infrahumanos sin alma y por tanto, carentes del poder real que un ser almado posee.

Por todo lo dicho, considero que cualquier ser humano, mientras mantenga su alma, por pocas luces (consciencia) que tenga; siempre tiene en su mano la posibilidad de irse abriendo y desarrollándola; como también, de ser tocado, influído y atraído por el ejemplo de otros hacia el camino evolutivo ( por la gracia y el amor)…

...pero, de ninguna manera, creo que un ser oscuro, servidor y adorador de lo más cruel y malvado imaginable, después de vender su alma y entrar en el camino de la involución, pudiera o quisiera volver y desear algo diferente a la oscuridad que lo consume.

Para terminar, pienso que el ser humano, según el momento evolutivo en que esté, estará más o menos preparado para saber, digerir y dar o no, por válidas, ciertas hechos del mundo… Aquí pasa como con el sol del verano, recordad, su luz y calor en exceso, nos puede cegar e incluso enfermar. Esto lo digo pensando en tantas personas a las que a veces intentamos convencer de una realidad que para ellas es aterradora, … como se dice, “es peor el remedio que la enfermedad”. Es necesario respetar la justa la libertad y momento de cada uno en su avance…

recordemos el cuento de , “La Lección de la Mariposa”

“Las mariposas necesitan de ese terrible esfuerzo que les significa romper su prisión para poder vivir, porque durante esos instantes, explicó mi abuelo, el corazón late con muchísima fuerza y la presión que se genera en su primitivo árbol circulatorio inyecta la sangre en las alas, que así se expanden y la capacitan para volar. La mariposa que fue ayudada a salir de su caparazón nunca pudo expandir sus alas, porque mi mamá no la había dejado luchar por su vida.”

“Este cuento trata sobre el valor de los tiempos, de saber respetarlos y ser pacientes porque cada persona tiene un tiempo para madurar, para crecer, para llegar a su fin, y sólo Dios sabe cuándo será nuestro momento. Debemos aprender a ser pacientes, con nosotros mismos, con los demás y con la vida que se toma su tiempo, apurarla no sirve de nada.”

“Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado…” (Ecl 3, 1-17)

 

 

https://youtu.be/YqPjNGKA1EI?feature=shared